Resiliencia: una manera de afrontar la adversidad

Por: Aura Marina Valera

SIGTH Talento, Consultores Organizacionales   

 

La palabra resiliencia se ha popularizado en los últimos tiempos en diversos contextos, cuando la analizamos a mayor profundidad comprendemos que es una respuesta individual que permite afrontar las dificultades y salir fortalecido. A pesar que muchos autores coinciden que debe ser estudiada a mayor profundidad para ofrecer mayores posibilidades de aplicación en los diversos conglomerados humanos, considerando sus diferencias individuales y sus circunstancias, desde la perspectiva práctica se puede interpretar como la capacidad que tienen algunas personas de adaptarse positivamente a contextos caracterizados por la adversidad.

 

Es importante considerar que este término no significa que las personas se pueden preparar para salir airosos de todas las situaciones adversas por las cuales deben transitar, ni tampoco, que sea inadecuado experimentar miedo, preocupación, inseguridad producto del cómo interpreta cada quien su realidad en un momento determinado, hay que propiciar su desarrollo.

 

Ante la adversidad, la invitación es a reconocer, por un lado, la situación con los datos que la caracterizan (mirada objetiva) y, por el otro, lo que esos datos generan, en cada caso, como emoción (mirada subjetiva) tales como; miedo, angustia, temor, impaciencia, inestabilidad, entre otras.

 

En tal sentido; en momentos de alta dificultad suele ser interesante aplicar varias estrategias personales que contribuyan a resguardar la salud y estabilidad personal, familiar, laboral, social, tales como:

  1. Analizar la situación que genera la situación de inestabilidad y procurar identificar los datos objetivos que la caracterizan.
  2. Identificar cuál es el nivel de afectación real de esos datos objetivos, dimensionar el impacto real.
  3. Determinar las acciones que contribuyen a resolver la situación gestionando lo que sea necesario para atender y resolver lo que sea posible.
  4. Realizar actividades que te apasionen, por ejemplo; escuchar música, bailar, realizar algún deporte o actividad de preferencia.
  5. Practicar la meditación
  6. Obligarte a cambiar la estructura de pensamientos negativos por otros de mayor posibilidad.
  7. Propiciar encuentros con personas significativas para ti (familiares, amistades, grupos de encuentros con significado).
  8. Cuidar de dónde recibes la información y despegarte de fuentes de información que no le aportan valor a tu vida.
  9. Conectar con el buen humor, relacionarte con fuentes disparadoras del buen sentido del humor.
  10. Pedir ayuda en forma oportuna cuando consideres que la situación te supera.

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